El Monterrey se presentó en la Angelópolis con un cuadro alternativo y perdió por 2-1 contra La Jauría en una plaza donde no sacaron un solo punto de los seis que disputaron.
Fue la segunda derrota del equipo dirigido por Antonio Mohamed en todo el torneo y ambas fueron en Puebla, donde habían perdido el invicto apenas el 18 de octubre pasado.
Los Rayados tomaron ventaja con un gol que les "regaló" el portero Lucero Álvarez desde antes que se cumplieran los dos minutos de juego, pero ni eso sirvió para rescatar algo.
Aunque nada evitará que terminen la jornada como superlíderes, su ventaja sobre el segundo lugar puede acortarse a un solo punto, si los Tigres vencen mañana al Necaxa en el Estadio Universitario.
Los albiazules empezaron ganando casi sin proponérselo, porque el 1-0 llegó tras un error del portero Lucero. El uruguayo intentó despejar el balón, le estrelló la pelota al delantero Avilés Hurtado en el pecho y se metió a su portería.
Así, sin intentarlo, los Rayados iban ganando, pero ahora debían sostener la ventaja con un plantel con pocos titulares habituales como César Montes, Stefan Medina, Celso Ortiz y Hurtado.
El empuje de los locales hizo que la línea de cinco defensores del Monterrey jugara cada vez más cerca de su portería. La presión fue tal que poco antes del final del primer tiempo, los Lobos encontraron el empate. Diego Jiménez anotó con un zurdazo el 1-1.
Dadas las circunstancias, el Monterrey, que es uno de los tres equipos con más goles a favor (25), resintió las ausencias de sus figuras y nada pudo hacer ante la defensa más goleada, la de La Jauría, que ha recibido 31.
Y a los 80', Julián Quiñones marcó el 2-1, cuando se encontró en el área un balón que fue bien despejado por la zaga regia.
El colombiano, cuyos derechos federativos pertenecen a Tigres, se acostó como Aldo De Nigris e hizo la señal de Libres y Lokos para festejar frente a la barra del Monterrey.
Quiñones tuvo todo para incrementar la ventaja, pero falló un penalti a los 92'.
